Paloma
Decidida, sin culpa ni arrepentimiento, soy fiel a mi misma.
2015 Chile
Cuando supe que estaba embarazada, sabía que esa seria mi decisión, lo había pensado antes, no quería tener hijos todavía y las semanas antes había compartido con muchas amigas embarazadas y con hijos recién nacidos, pensé que eso no era para mi, que ser madre no era lo mío y por eso al darme cuenta de que estaba embarazada no dude. Siempre me sentí muy segura de la decisión, cuando mi pareja me pregunto si seguía en pie lo que habíamos conversado de que me haría un aborto me sentí super violentada, porque era mi decisión, mas allá de lo que hubiéramos conversado antes de saber que estaba embarazada, así que le dije que era mi decisión, que no importaba cual fuera él no podía hacer nada, sentí que necesitaba decir eso porque de verdad es una decisión de una, a pesar de que yo no pensaba tenerlo, pero igual es algo que se necesita decir. Y bueno estar decidida es un alivio, no soy muy decidida con mi vida en general, pero con esto no tuve ni una duda, por lo mismo jamás pensé cosas como que sexo sería o en qué mes nacería, nada de eso porque sabía que no sería no más. También sentí mucho miedo, miedo a que pasará algo malo, a que tuviera mucho dolor, a que terminara en el hospital, al juicio de la gente del hospital, a que mi familia se entera al juicio y la incomprensión de ellos. Y todos esos miedo se trasformaba en rabia, rabia de vivir en un país en donde unos pocos decidieron sobre los cuerpos de las mujeres y la libertad de tener hijos, rabia de que no tenemos libertar de hacer las cosas de manera segura e informadas, rabia de que si no tienes los recursos simplemente no puedes hacerlos o te arriesgas. Lloré mucho antes de hacerme el aborto porque pensaba y sentía todo eso, me daba pena igual estar pasando por un aborto en esas condiciones que en si no eran malas, pero lo que me faltaba era el apoyo de mi familia, la asesoría de un médico, esas cosas. Y me daba pena, por mi y por todas las mujeres Chile que tenemos que pasar por esto. Después de que me hice el aborto me sentí aliviada, por fin se pasaba la angustia y el miedo, pero no todo estaba seguro, igual me asusté porque no sabía si se había completado y de nuevo la pena por tener que pasar por esto en estas condiciones. También me puse a pensar un poco en todo el proceso y me di cuenta de que nunca tuve un lazo, que nunca sentí culpa, ni pena por estar “asesinando” a alguien, que no pensé en el embrión como un ser humano, que siempre lo llame embrión, que nunca le hable, nunca le pedí perdón. No creo que haya sido porque bloqueará esas emociones, simplemente no lo sentí, tal vez supere esas imposiciones culturales, la culpa es la carga que te dan otros no más, y siento que lo superé que todos esos valores de la vida del feto y la wea están sobre mi. Se que todas las mujeres lo vivimos de manera diferente, pero aún así creo que todas las que decidimos por un aborto somos muy valientes, me alegro por todas esas mujeres, que deciden por ellas y sus vidas.
Fue en general una buena experiencia, creo que no fue tan terrible dentro de todo, ya que las cosas salieron como tenían que salir. Estaba con mi pareja de ese tiempo cuando vimos el test, era lunes. Al otro día fui a ver una matrona y me hice una eco, me confirmaron seis semanas de embarazo, pero las pulsaciones del embrión eran muy bajas así que había una posibilidad alta de perdida, me recomendaron repetir el examen en una semana, la doctora puso el sonido de las pulsaciones, me dio cosa, sentí que todo se hacía real. Ese día llame a la línea de aborto libre en Chile para saber que me recomendaban si debía esperar a hacerme otra eco o si ya podía hacerme el aborto, me dijeron que era normal que esperara otra semana y me hiciera una nueva eco, esto me angustio mucho, ya que esperar una semana parecía un tiempo eterno y no sabía cómo iba a aguantar esperar todo eso, ese día fue terrible, tenía mucha pena e incertidumbre, tenía que compartí con mi familia y yo creo que de puro nervio me sentía tan mal, me dieron vómitos diarrea, no podía comer. Sentí que la línea aborto no fue de mucha ayuda, ya que no pudieron responder a mis dudas, al final de cuentas no necesitaba esperar otro examen para comenzar el aborto, pero al persona que me contestó el teléfono seguramente no tenía conocimientos médicos más específicos y solo dijo cosas que creía, esto me confundió y angustio mucho. Al otro día conseguí las pastillas por medio de una persona cercana a mi pareja, ella las había conseguido por woman on waves unos meses antes, pero no las había utilizado por diversos motivos. Fue un alivio igual que nos pasara las pastillas ya que no tuvimos que lidiar con buscar las pastillas aquí en stgo y arriesgarnos a que nos estafaran o algo así. Nos cobró 60 mil por las pastillas, que fue lo que a ella le costaron. Era una caja que tenía una mefipristona y ocho misoprostol, las instrucciones eran en ingles así que escribí a womas on waves, me dieron las indicaciones de la dosis y de los cuidados que debía tener, también les envié la información de la eco, me dijeron que un médico la revisaría, me respondieron que todo estaba bien para un embarazo de seis semanas, eso me relajó un poco y de todas maneras decidí esperar para hacerme un segundo examen a la semana. Intenté hacer mi vida normal, fui al cerro, viaje a ver a mis padres, carretie con mis amigos, pero solo le conté a dos amigas y a dos de mis hermanos. Me hice la eco a la siguiente semana, me acompaño una amiga. La doctora me dijo: “hay guagüita” como feliz, yo en el fondo igual esperaba tener un aborto espontaneo, aunque eso me asustaba mucho ya que no tenía el control de ello y de todas formas iba a tener que ir al hospital. Igual las pulsaciones estaban bajas y recomendó repetir en una semana, hizo un acercamiento al embrión, escuché y vi latir su corazón, quede pa la caga, pero no deje que me afectará, estaba tan decidida, no me iba a arrepentir. Al día siguiente me tome el mefipristona, hice mi vida normal, aunque andaba muy desanimada. Mi pareja me acompaño en todo el proceso, en los exámenes en las llamadas en los mails, en muchas conversaciones sobre lo que sentía. Al otro día a las ocho de la mañana en mi casa acompañada de mi pareja y mi hermano me tome cuatro misoprostol, a la hora me sentía muy mal, dolores abdominales y mucho frio, me abrigue mucho y no podía entrar en calor, estaba helada. A la hora y media empecé con el sangrado y diarrea. Fui al baño y bote mucha sangre y diarrea, el dolor era intenso pero me aguante, me acosté y a los 20 minutos el dolor se hizo más intenso, sentí una contracción y fui de nuevo al baño, más sangre y diarrea. Le pedí a mi hermano que me trajera una estufa al baño y que me prepara las cosas para bañarme, me di una ducha larga para relajarme, el dolor era intenso. Me tome un ibuprofeno, me puse un guatero de semillas, y crema de marihuana en la guata. Me tomé la segunda dosis de misoprostrol ahora eran solo dos pastillas, se deshicieron rápido debajo de mi legua. Me daban contracciones y seguido de eso ganas de ir al baño, hacia un poco de orina y después botaba coágulos, no podía controlar el flujo de sangre porque no soportaba la sensación de manchar la toallita, así que botaba todo en el wc no más, en un momento sentí que pasaba un coagulo muy grande por mi vagina, miramos el wc con mi pareja, había mucha sangre, en eso momento no se me ocurrió revisar si estaba el embrión, después fue algo de lo que me arrepentí mucho ya que tuve dudas y no estuve segura de que al aborto se hubiera completado. Debería haber tomado un guante y revisado, pero no lo hice, tal vez inconscientemente no quería hacerlo y solo tiré la cadena. Después tuve otro sangrado similar, en ese punto el dolor había disminuido mucho y solo estaba muy hinchada. Me acosté y dormí varias horas; desperté adolorida y seguí botando coágulos, estaba muy hinchada pero los dolores eran pocos; a las ocho de la noche me dio hambre y comí arroz con atún, me sentía bien, me levanté a hacer aseo y me acosté al rato, me bajó toda la pena, lloré caleta. Al día siguiente estaba muy adolorida y con sangrado abundante aunque menos que el día anterior. Hice mi vida normal, viaje a ver a mis padres. En los días siguientes el sangrado siguió abundante y los dolores igual fuerte, mis pechos seguían muy sensibles y mi abdomen hinchado, me asusté por los dolores y escribí a woman on waves, ahí me asuste un poco porque me pasé el rollo de era probable que no hubiese botado el embrión, ya que no revisé en su momento; pensé ir al hospital pero al final me aguante los dolores tome paracetamol y fueron pasando con los días. Comencé a tomar infusiones de ruda con hojas de frambueso (las cuales siempre había tomado para regular la regla y un anterior ovario poliquístico ) que me ayudarían a seguir limpiando mi útero, me di cuenta que la ruda me producía náuseas y dejé de tomarla, pero continúe con las infusiones de hojas de frambueso. Así pasaron los días, hice una vida normal, subí el cerro, bailé. Pasado los diez días me hice una eco particular, le conté una historia a la doctora solo le dije que mi última regla había sido abundante, parece que no dudo de mí, no me hizo casi preguntas, me dijo que en mi útero habían rastros de una posible perdida pero que no había embrión, me recomendó ir al doctor y hacerme exámenes de sangre para confirmarlo. Eso me dejo muy aliviada, así que seguí haciendo mi vida normal ya no tenía dolores y solo tomaba hojas de frambueso, algunos días el sangrado se ponía abundante y otros no, a medida que pasaban los días eran solo manchitas A las tres semanas juntas desde que me hice el aborto el sangrado se detuvo completamente no tenía ni dolor, ni hinchazón, mis pechos ya no estaban sensibles, solo me sentía muy cansada. Una semana después me hice un test de embrazo, salió negativo, eso significaba que todo estaba bien.
No quería tener un hijo en ese momento, es algo que había reflexionado desde antes de quedar embarazada y de hecho lo había conversado con mi pareja. Tal vez ni siquiera quiero ser madre en el vida, no tengo esos deseos, es algo que siempre he pensado. Tengo muchos planes para mi vida igual no sé cómo habría lidiado con un hijo, ni siquiera lo imagine porque simplemente es algo que no quería para mi vida. También están las razones económicas que no tengo la independencia económica para mantener un hijo. Y por otro lado no era una relación estable de pareja, de hecho todo término cuando el aborto estuvo completo. Pero más que nada lo que primo fue el deseo de no ser madre.
Did the illegality of your abortion affect your feelings?
Si, porque al ser ilegal hay mucho resquemor a ser denunciada, y esto genera muchas situaciones tensas. El miedo a terminar en un hospital si las cosas no salían bien era muy grande, ya que la solo posibilidad de terminar en el hospital te exponía a las preguntas y finalmente a que te pillaran y en el peor de los casos a ser denunciada, había leído algunos casos sobre médicos que denunciaron, a pesar del secreto que existe y como terminaron un par de mujeres con juicio, el miedo a terminar así es terrible, el miedo a que algo salga mal a tener que ir al hospital y a verse en una situación así me estreso mucho. Por otro lado que sea ilegal genera mucha desinformación o confusión al respecto, el no poder tener las libertad de informarte y asesorarte con un médico es muy injusto y frustrante, porque te confunde y te genera situaciones tensas, genera más dudas y preguntas sin responder. Por ejemplo cuando me fui a controlar para saber si si se había completado el aborto, no pude decirle al médico que me había hecho un aborto con pastillas, entonces hay que empezar a mentir, contar una historia y preguntar todo de manera solapada, pensar mucho en lo que se dice, poner cara de lesa, hacerse la weona, eso es una mierda. Todo esto te expone a riesgos en la salud porque no te puedes informar bien, no puedes preguntar directamente. Me da rabia igual que tengamos que pasar por esto, me genero mucha pena en su momento me hizo llorar cuando tenía miedo, porque le miedo más que a que te pase algo malo, es a la situación de terminar en un hospital y de tener que dar explicaciones. Por lo mismo al ser ilegal mucha gente está en contra y es penoso que tu propia familia no pueda saberlo. Yo sufrí mucho por eso, porque soy muy cercana a mi familia, somos muchas mujeres, mi mamá, mi abuela, mis tías y no pude contarles a ninguna de ellas, porque se lo que piensan y como lo ven, su reacción habría sido terrible, hasta me dio miedo que me denunciaran, mi tía una vez impidió que una amiga de ella abortara por medio de una agrupación próvida. Entonces el miedo a ese tipo de situación hizo que las personas que más amo no me acompañaran en este proceso, es triste igual, porque te margina de un apoyo importante.