Aldana
Una decisión que se tiñe de lucha
2015 Argentina
Fuerte, altiva
Tuve apoyo de un colectivo feminista de mujeres que me asistió. Realicé el proceso con una amiga porque así me sentía más cómoda y segura, en mi departamento. Decidí hacerlo de noche porque su silencio era mi cómplice, resguardaba todo temor, mantenía a todos dormidos y distantes, no saldría de allí, no saldría de esa noche, sólo el sol saldría después. Coloqué 4 comprimidos debajo de mi lengua y los tuve allí durante media hora, comencé a temblar, me dolía la lengua la boca y la garganta, la fiebre comenzó a subir, tuve diarrea y dolores menstruales y comenzó el sangrado levemente. La segunda toma fue tres horas después y más intensa, vomité antes por lo que ya me encontraba mareada, volvió el temblor y la fiebre, acompañado de dolores en la espalda y vientre demasiado intensos, sentí que sangraba de repente, me toqué por encima del pantalón y se me había pasado y también había manchado una cobija que tenía envuelta, corrí al baño y había sucedido: acompañado de abundante sangrado, había expulsado el saco. Sentí alivio, porque tenía mucho miedo de que no resulte. Me tranquilicé casi dando por sentado que ya nada malo pasaría de que ya no había vuelta atrás de que ya estaba terminando el tornado de emociones sensaciones temores dudas que se había desatado tan solo dos semanas atrás unMartes 13 de Octubre. Me recosté en el sillón porque la fiebre me tumbaba, y me dormí. Cuando desperté fui al baño...y una imagen me impresionó de inmediato, estaba ahí, no pensaba que lo vería, pero sucedió, y todo se revolvió desde adentro, se me sacudió el interior, algo había cambiado además de mi condición y mi futuro, algo se había movilizado y solo podía usarlo transformándolo en algo bueno, algo que me impulse a seguir, que no permita que ningún tipo de obstáculo se me interponga, fue el golpe más duro de la situación. No me culpo, pero pasar por eso me cambió para siempre. Ese día que las dos líneas que marcó el test, se marcaron en mí, en el tiempo, en mi vida, "ya no es ayer" era lo único que podía decir, y entendí que no es algo que esté agravando, que no es algo con lo que martirizarse y ensuciarse, no me devastó ni debería pasarle a ninguna mujer, pero tampoco es algo que creo que nadie que pase por esta situación, pueda minimizar aunque quisiera, porque superé las barreras culturales. Porque es lo que decidí para mi, por eso yo elijo no minimizarlo, yo elijo transformarlo, transformarme, para siempre, en alguien mejor. La tercera toma fue la más leve, tres horas más tarde, solo un poco de fiebre, me acosté a dormir, quería que todo termine ya. Al día siguiente, temprano, intervinieron en el sueño los dolores, pero logré seguir descansando un rato más. Cuando me levanté, me sentía muy rara, "ya no es ayer de nuevo", pero tampoco era yo... La casa desordenada me contaba la historia una y otra vez, por lo que me sentí un poco triste y vacía, no quería recordarlo, y en vez de encerrarme, decidí ordenar todo, limpiarlo, decorarlo, reconstruirlo, reconstruirme. Salí a merendar a la tarde, cené con una amiga con quien me confesé que me regañó por no pedir su ayuda, pero es que en verdad sentía que era un peso que era mío que nadie más debía cargar y que por sobre todo, YO PODÍA, yo podía tomar esa responsabilidad, pero aclaro, que no por eso una tiene que aislarse, es muy positiva la autonomía decisión y fortaleza, pero un abrazo jamás está demás. Hoy sé que no sobreviviría sin esas amistades que hicieron que me mantenga así de fuerte. Sorprendí a los demás y también a mi misma por la forma en que tomé la situación. Luego, salí a un bar, hace mucho no salía, me divertí un poco, y llegó la hora de regresar a casa... admito que, por eso decía, la soledad tiene sus desventajas, pero como en todo momento, siempre intento transformarlo en algo productivo, y acá estoy, escribiendo para que nadie se sienta sola, para que nadie sienta que es insuperable, para que nadie sienta que no puede, que esa energía te impulse, te reconstruya y te haga aprender y vivir más al máximo cada momento que hoy, que ya no es como ayer... que se transformó, en lo que vos decidas a partir de ahora. Porque es tu decisión, es tu vida, y nada se termina, todo recomienza, más allá de lo que te quieran imponer.
Tuve una madre joven y sé lo que implica, las barreras que atravesó como leona, pero se cometen demasiados errores, que en mi caso, son perdonables y aceptables, pero yo no me aceptaría repetir la historia, tuve que hacerme cargo de cosas que no debía a edades que no me correspondía y hasta hice de mamá de mi mamá en algunas situaciones, no estoy resentida para nada porque es lo que me hizo ser quien soy hoy, pero también lo que me hace pensar que esto es lo adecuado, que no es el momento, que quiero estudiar, que no quiero perder esta etapa, que no quiero crecer tan de golpe una vez más, que no quiero hacerme más cargo de algo para lo que no me siento preparada
Vajon az abortuszod törvénytelensége befolyásolta-e az érzéseidet?
Si, se siente miedo e impotencia ante un estado que te criminaliza, se siente vulnerabilidad ante una sociedad que te juzga condenadamente, se siente peligro ante la posibilidad de necesitar atención médica que recrimine tu decisión, se siente desolación ante la desaprobación moral impuesta culturamente, porque limita el apoyo afecto contención que son demasiado necesarios tanto de amigos como familiares en los que por éstas razones una no puede contar. Sentí miedo incluso de comentarle la situación a mi compañero (con quien no tenía una relación de pareja estable), sobre todo temía del género masculino, de su visión, pero me apoyó en todo momento y me sorprendió cada día con actitudes adecuadas y agradables. También conté con amigas que se mantuvieron al pie del cañón en esos días de lucha. Dicen que tenemos una reserva insospechada de fortaleza que aflora en momentos inesperados, cuando pensamos que caeríamos profundamente y no, nos erguimos y preparamos para enfrentar la tormenta y salimos adelante sin más que un remojo de realidad, sin que esta interfiera en el curso natural de nuestros sueños. Esto me sucedió, porque no había otra opción quizás, en el fondo me sentía, y estaba, muy sola, a fin de cuentas la decisión es de una, por una y todo pasa y termina allí. En vos. No queda grabado de la misma manera en nadie más.