cuando tenía 24 años, recién terminaba la licenciatura, estaba desempleada, en búsqueda de estabilidad económica, emocional y de todo. El embarazo no fue planeado, ni deseado, la pase tan mal el día que me entere, me sentía sola y aterrada, afortunadamente amigas en Europa me pudieron orientar de mis opciones, y me anime a buscar clínicas privadas en California, que vivo muy cerca. Entre mis amigas, uno de mis hermanos y la otra persona responsable del embarazo, juntamos el dinero y acudimos a la clínica. Lo hice con mifepristona y misoprostol, las mujeres que me atendieron fueron tan amables, cosa que no recibí en mi país, por el contrario el miedo de ser juzgada y castigada injustamente me aterra hasta el momento, sin embargo, desde antes del embarazo hasta la fecha tengo muy claro que sobre mi cuerpo yo decido, y debo hacerlo según lo que sea mejor para mi, de manera responsable, puesto que la reproducción y crianza no es cualquier cosa.
2015
Estados Unidos
Dolorosa, pero momentánea, el protocolo lo comencé un viernes y el sábado por la noche me comí una hamburguesa sola en mi cuarto ya más relajada viendo una película.
¿Afectó la ilegalidad de su aborto a sus sentimientos?