María
Mi aborto.
2019 Costa Rica
A ilegalidade de seu aborto afetou seus sentimentos?
Sí
Como as outras pessoas reagiram ao seu aborto?
Tengo 25 años, pasaba por una situación sentimental bastante difícil, acababa de divorciarme porque estaba siendo agredida físicamente, me enamoré de uno de mis amigos, quedé embarazada al mes de andar juntos, empezó a convertirse en mi agresor, a insultarme y a humillarme. Cuando supe que estaba embarazada no lo podía creer, mis achaques ya eran evidentes, me hice una prueba casera y salió positiva, mi pareja y yo acababamos de terminar, lo llamé y le conté la situación, fuimos a hacerme una prueba de sangre y dio positiva, no lo podíamos creer, mis periodos siempre fueron muy irregulares, por lo que segun mis cuentas, debía de tener unos 2 meses de embarazo. Yo estaba decidida a tener a mi bebé e intentar arreglar las cosas con el papá, pero todo empeoró, al punto en que en una discusión le deseó la muerte a mi hijo y dijo que no era de él, lo bloquié de todas mis redes y entendí que estaba sola en esto. Después del divorcio mi situación económica empeoró, tanto así que a veces no tenía que comer, iba donde mi mamá disimuladamente para que me diera algo de comer antes de ir a trabajar, tuve que dejar mi carrera ya que no me alcanzaba ni el tiempo ni el dinero. Yo siempre fui descuidada, a veces no comía, no dormía y me exponía al peligro, embarazada todo cambió, todo me asustaba y me daba hambre cada media hora, yo sabía que era el bebé, y me dolía no poder darle de comer o cumplirle sus antojos, tuve que seguir trabajando y doblando turnos, siempre ocultando mis síntomas ya que no tenía ni un mes de haber comenzado a trabajar y cuando me contrataron yo aun no sabía que ya estaba embarazada, eso ponía en riesgo mi trabajo, cuando decidí contarle a mi familia hubo mucha decepción, ya que venía saliendo de un divorcio, aun así mi mamá me apoyó y me sostuvo, aunque todos esperaban que tuviera un hijo estando casada. Me sentía sola y no hacía más que llorar. Siempre estuve a favor del aborto, pero nunca había imaginado tener que pasar por uno, no me creía capaz, empecé a buscar opciones naturales y lo intenté con varias plantas, sanguinaria, ruda, canela, pasé casi 15 días tomando infusiones 3 veces al día y no lograba tener sangrado, hacía ejercicios y me exponía a golpes cuando manejaba con tal de perder al bebe, nada funcionó, los tés empezaron a causarme dolores de cabeza y sentía mi cuerpo intoxicado, sentía asco y decidí dejar de tomarlos. Los maltratos de mi pareja iban en aumento, cuando le comenté que quería abortar con plantas, llegó a mi casa y las botó, nunca me apoyó pero al mismo tiempo estuvo ausente, algo que nunca logré entender, yo seguía viendo sola mi embarazo. Cuando decidí no tenerlo, busqué opciones por internet, siempre había escuchado hablar del misoprostol y sabía sus usos pero nunca me imaginé lo difícil que sería conseguirlo, en varios colectivos me negaron la ayuda y las pastillas ya que estaban en peligro en esos momentos, y en otros lugares a los que llamé, decían no tenerlas, pero yo estaba decidida a abortar. Cuando les comentaba a mis amigas que no quería tener al bebé, me entraban con sermones de que era un regalo de Dios, que era una bendición en mi vida, nadie nunca entiende una situación que no han atravesado, me confundian y me hacían sentir culpable, la sensación de que estaba sola y que no debía decirle a nadie que iba a abortar, me hacía sentir miedo y dolor, toda la situación me estaba matando, yo siempre imaginé que el ser mamá me iba a hacer la persona más feliz del mundo, que todo sería grandioso y que todo iba a ser felicidad, contrariamente odiaba sentir como mi cuerpo no aguantaba el sueño, el cansancio, los achaques que debía ocultar en mi trabajo, el hambre y la tristeza de sentirme sola y verme en una relación tan tóxica, en fin, me sentía culpable y mala madre por no estar disfrutando del embarazo. Yo no quería atarme al papá de mi hijo el resto de mi vida. Definitivamente me sentía culpable por tener que darle una mala vida a mi bebé, pensaba en que tendría que dejarlo con una persona desconocida cuando yo volviera a trabajar, el no poder comprarle sus cosas, su comida, su ropa, no tenía ni para cubrir mis gastos y eso me aterraba. Yo quería darle a mi bebé una mamá estable emocionalmente y en ese momento mi vida era un caos. Busqué varios contactos y encontré las pastillas, uno escucha tantas veces que el riesgo de morir durante un aborto es grande, tanto así que yo solo pensaba en que me iba a morir sola y probablemente me encontrarían desangrada en mi casa, tenía tanto miedo que una noche solo se me ocurrió llamar a mi ex esposo y contarle todo lo que me pasaba, me sentí egoísta tirandole mis problemas encima pero no lo aguantaba, el escuchó mis problemas y me apoyó durante 5 años y aun después de todo lo que pasó yo aun pensaba en el cuando estaba en problemas, pensé que no querría hablar conmigo, y contrariamente me apoyo y aconsejó, me dijo que me cuidara de a quien le comprara las pastillas, le dije que no le contara a nadie lo que pasaba. A los días una amiga que teníamos en común y a quién tenía mucho sin ver se puso en contacto conmigo, el le comentó mi situación y ella me ofreció su ayuda y su apoyo emocional durante el aborto, sentí como si me quitaran un gran peso de encima y me hizo sentir menos culpable, me aconsejó hacerme un ultrasonido para saber cuantos meses de gestación tenía, para mi sorpresa, tenía 3 meses, yo moría de miedo, esperé demasiado tiempo y lo unico que yo quería era que el bebé no sufriera por mis malas decisiones, no quería abortarlo estando tan avanzado el embarazo, pero no tenía opción, busqué información y en todo lado me decían que ya no podía abortar con misoprostol porque el feto estaba muy grande, era tanto mi miedo que tenía crisis de ansiedad en el trabajo y en la casa, sentí ganas de suicidarme varias veces, ella me dijo que buscara ayuda en women on waves, que les escribiera y pidiera ayuda, lo hice y no duraron nada en responder, me dijeron que ocupaba 10 pastillas de misoprostol, y que tomara 2 cada 3 horas. Me dispuse a conseguirlas, tuve que dejar de pagar mi casa por un mes para comprar las pastillas ya que es un gasto demasiado fuerte, (100.000 colones.) fui a comprar las pastillas, en la página donde las encontré decía ser una vendedora, lo que me daba confianza, pero en el lugar apareció un hombre, le di mi descripción por teléfono, yo estaba nerviosa y casi llorando, temblaba y moría de miedo, tanto así que lo traté super mal cuando llegó a hablarme ya que yo no sabía que el era el vendedor. Ese día compré toallas para el sangrado, suero y pastillas para el dolor, me acosté en mi cama, puse algunas películas y me metí en la boca las primeras 2 pastillas, no pasó nada, sentí unos dolores fuertes y después desaparecieron, a las 3 horas, me las volví a meter debajo de la lengua y tampoco pasó nada, hasta logré dormir un rato, asustada le conté a mi amiga que siempre estuvo pendiente, me dijo que mantuviera la calma, que siguiera tomándolas, a las 3 horas me tomé las otras pastillas y sentí cólicos, fui al baño y al limpiarme había muy poca sangre, apenas unas gotas, asustada pensaba en que si no lograba abortar tal vez dañaría al bebé y nacería con alguna deformidad, a las 10pm me tomé las otras 2 pastillas, el dolor aumentó un poco, pero seguía sin sangrado. De repente sentí muchas ganas de ir al baño, yo no había comido nada en todo el día, tenía el estómago vacío, pero apenas me senté, tuve demasiada diarrea, no podía si quiera levantarme de la taza, estuve ahí por casi media hora, me faltaban solo 2 pastillas para acabar el misoprostol, cuando logré pararme sentí muchas ganas de vomitar, me daba miedo vomitar las pastillas pero no lo pude evitar, vomité algo blanco y seguido de eso sentí que me orinaba, un chorrito que no podía controlar empezó a salirme de la vagina, yo sabía que no era orina, pero desconocía que era, luego sentí una contracción demasiado dolorosa y en lo que logré pararme, puse mis manos en mi vagina y agarré el feto de mi bebé, que estaba guindando de mi, fue una experiencia terrorífica, no sabía que hacer, mi mamá escuchó mis gritos ya que vive a la par de mi casa, yo no lograba desprenderme del feto, hasta que lo tomé con ambas manos y lo jalé, lo pude ver de cerca, tenía sus manitas bien formadas, sus piernitas, sus orejas, no tenía sangre, estaba limpio, solo se vino resbalado, sentí ganas de morirme, yo no podía tirarlo a la basura, menos por el servicio, lo sostuve varios minutos sin saber que hacer, mi mamá entró y vio la escena e inmediatamente llamó a una ambulancia que nunca llegó, le pedí que no la llamara, pero no podía negarme mucho o habría sabido que yo provoqué el aborto, yo tomé una blusa y envolví al feto, no quería llevarlo al hospital, sabía que me lo quitarían, yo quería despedirme y enterrarlo, pero no sabía como explicar en el hospital que había hecho con el, lo llevaba entre mis brazos envuelto mientras solo podía llorar, imaginé mucho como sería el dolor de estar abortando pero nunca pensé en lo que pasaría después, en como me sentiría yo, en que reacción tendría mi familia, inmediatamente entré al hospital me revisaron y me internaron para un legrado, tenía la placenta completa dentro de mi, me quitaron el feto y no me dijeron que hacían con el, estuve 2 días en ese hospital, llorando y preguntando por el cuerpecito de mi bebé, me sentía culpable, triste, con miedo de que descubrieran lo que había hecho, pero nunca me mencionaron nada sobre si había abortado o no, contrario a eso me ofrecieron ayuda psicológica y me trataron muy bien. Cuando me hicieron el legrado, me operaron en sala de parto, veía y escuchaba a los bebés recién nacidos y sentía que me moría, pensaba en como pudo haber sido el bebé, en si había hecho lo correcto o no, mi amiga me apoyaba y eso me ayudaba mucho, me sostuvo y lo mejor que una puede hacer en un momento así, es buscar ayuda, buscar a alguien que no nos juzgue y nos acompañe con amor en nuestra decisión, y sobre todo, hacerlo nosotras también ya que pasamos por esto. En el hospital le prometí a mi bebé que me esforzaría y que su partida no sería en vano, le dije que terminaría mi carrera, que saldría adelante, y que cuando volviera a ser madre podría tener los recursos y la fuerza emocional para darle todo lo que merecía, le pedía perdón y le decía que lo extrañaba. El papá de mi bebé me apoyo mientras estaba hospitalizada y eso me ayudaba ya que no podía estar sola o me moría de la depresión, ha sido la situación más difícil que he atravesado en mi vida, aun siento culpa, aun lloro cuando me baño, cuando trabajo, cuando manejo, añoro tener otro hijo y darle todo lo que le quité al primero, he averiguado sobre el tema y es un tipo de trauma postaborto, ahora que lo entiendo he buscado ayuda psicológica para tratarme y dejar de sentirme culpable, como si no mereciera ser madre nunca más. Intento no ser dura conmigo misma pero el sentimiento de dolor me invade, lo más importante es recordarnos que no lo hacemos por ser malas mujeres, o malas madres, o por no querer a nuestros hijos, lo hacemos porque no estamos preparadas emocionalmente, o económicamente, porque sabemos que no es el momento ni la pareja indicada, que no somos debiles por no aceptar una carga que nos es demasiado pesada en el momento, que somos igual de fuertes y valiosas como las mujeres que si decidieron ser mamás, buscar apoyo y aprender a sobrellevar la muerte de un hijo es lo más importante. Yo no creo poder superarlo nunca, pero por lo menos haré que todo valga la pena, que la memoria de ese bebé que cargué dentro de mi no muera nunca y que esta historia solo me inspire a luchar con más fuerzas.