Madison
Una lucha constante.
2016 Mexico
Did the illegality of your abortion affect your feelings?
Totalmente. Me sentí como una criminal, que había hecho algo absolutamente grave y que merecía pagar por ello; por hacer algo que no quería hacer pero tenía que hacerlo.
How did other people react to your abortion?
Todo empezó cuando inicié una relación a los 15 años, con una persona a la cual yo creía que era el amor de mi vida. Siendo sincera, jamás me gusto mantener relaciones con él. Me volví una persona codependiente de él por mi baja autoestima, por lo tanto casi siempre hacía lo que él me pedía. Nos cuidabamos cuando teníamos dinero para comprar los métodos anticonceptivos, que la verdad era rara vez. Qué estupida fui. La verdad no recuerdo en qué vez fue que quedé embarazada, ya que diario lo veía y diario lo hacíamos. Era algo cansado, que nunca super lidiar. En fin. Mi última menstruación fue entre el 16 - 21 de Junio del 2016. Desde ahí nunca le di importancia al asunto. Empecé con ascos. No podía comer absolutamente porque me daba asco todo. Y mi novio se fue a Pachuca unos días por lo que jamás lo noto ni se lo mencioné hasta que volvió. Y así estuve un mes. No lo quería aceptar, porque cuando una esta embarazada de alguna manera lo sabe, se nota y se siente. Un día que él regresó y me dijo que salieramos a comer le dije que no porque me daba asco, además eructaba demasiado, como si quisiera vomitar. Y él se hartó, y fuimos a comprar una prueba de embarazo (como lo dije, soy muy estúpida puesto que no lo hice antes). Para resumir un poco mi historia, la prueba salió positiva. Desde ese momento no he estado tranquila. Las lagrimas brotaron en mis ojos mientras le di la prueba con las dos rayitas a él, mientras vi como su cara se tornaba roja y una sonrisa de ternura le resaltaba el rostro. Me abrazó y me dijo que le alegraba que este hijo fuera conmigo, y que me amaba. Al día siguiente se fue a Culiacán y me dejó sola con esto, yo no sabía que hacer. Él lo quería tener y por otra parte no, igual que yo. La razón por la que no quería tenerlo la verdad no la tenía totalmente definida, solo sabía que no quería un hijo en la misma situación económica que yo estaba. Probé de todo. Té de canela, té de ruda, café hierviendo a más no poder, golpes. Estaba desesperada. Y triste, y deprimida, y confundida. Cuando me sentía sola me tocaba el vientre y recordaba que ese ser estaba conmigo, que era mío, y que yo había contribuido a darle vida. Y es ahí cuando comprendí el amor de una madre, porque a pesar de que no lo hubiera visto con mis ojos yo sabía que lo amaba. Tomé las pastillas cuando tenía entre 7 u 8 semanas. Para ser sincera, nunca tuve una cuenta exacta por más que lo intenté. Ese día sentí que moría. Mi novio me acompañó en todo el proceso, me consoló y me abrazó. Sé que fue algo que lo traumó como a mí, el verme llorar y el ver tanta sangre. Llegó un momento en el que yo tenía que irme a mi casa (repito que tenía 16 años) y en el camino sentí algo saliendo de "ahí abajo". Cuando entré al baño lo vi: un pequeño saco con algo dentro, mi hijo. Lo saqué y lo vi, y desde ese momento yo ya no vivo. Hice una oración a Dios, lamentándome por lo que habia hecho, que estuviera en el reino de los cielos mi bebé. No sabía que hacer. Y esa imagen me persigue desde ese día. Ese dolor, esa tristeza me llega cada noche, y aunque puedo controlarme y actuar normal, la tristeza y el recuerdo siempre está presente. Sin embargo, no me arrepiento. Un mes después mi novio, al que tanto le di todo y me vio casi muriendo, me dejó por una niña a la que acababa de conocer. Y asi he vivido todos los días hasta este dia (Diciembre 2017). Hoy en día tengo 18 años, por lo que estoy en mi último año de prepa y créanme que es algo muy pesado ir a la escuela. No soporto verlos, mi novio de alguna manera me recuerda a mi bebé que nunca nació y eso me duele. La historia es muy triste, pero he sabido llegar adelante. Mi mejor amigo dice que soy muy fuerte, porque a pesar de eso sigo aquí mostrando mi mejor cara y dando lo mejor de mi. Y es algo que realmente me ha costado. No he salido totalmente de mi depresión porque me dan mis recaídas (como en este momento) pero es algo con lo que he aprendido a vivir, y puedo asegurar hoy en dia que soy una mujer fuerte y que nadie me va a poder derribar. Escribo todo esto para desahogarme y dejar atrás todas las lágrimas que tiré en mi almohada, en mis manos, en mis mejillas recordando que todo fue mi culpa, que le di todo a alguien que no lo merecía y que en el cielo está alguien a quien amé con todas mis fuerzas. Hijo, lo hice porque no quería que sufrieras. No querías que sufrieras por tu papá, por mi. Yo te quería dar la mejor vida pero no podía. Merecías más de lo que yo te podía dar. Te recuerdo siempre, y te amaré siempre. Aunque ya no te llora. Aunque aveces trate de no pensarte. Te llevaste una parte de mi alma. No solo te maté a ti, me maté a misma. Pero saldré adelante, seguiré adelante. Lo siento.