Pocahontas
Seré mamá cuando YO lo decida y ese día definitivamente no será hoy.
2016 Argentinien
Tuve sentimientos contradictorios, pero lo que más siento es tranquilidad por poner de nuevo mi vida en equilibrio y haber retomado el control.
Soy una estudiante de sexto semestre (tercer año) de Colombia. Vine a Argentina tras ganarme un intercambio por el cual luché y trabajé muy duro. Quedé embarazada en mi país de origen luego de que mi método de planificación y medicamento de emergencia (Postday) fallaran un par de semanas antes de mi vuelo. No era algo que buscaba ni había sido descuidada y por eso supe que tomé la decisión correcta. Tras unas semanas de haber llegado a este país, empecé a tener signos y síntomas muy evidentes: aumento de los pechos, náuseas, cansancio, aumento de la temperatura basal, visitas constantes al baño y repulsión por ciertas comidas que antes me agradaban. Me practiqué dos pruebas de embarazo de farmacia y en ambas el resultado no era claro; estaba confundida y desesperada. Desde que lo había empezado a sospechar, sabía que debía abortar, no había otra solución ya que un hijo es lo último que aparece en mis planes futuros, no lo deseaba y tampoco lo hago ahora. Mi justificadas sospechas y ansiedad me levaron a buscar por Internet métodos para provocar un aborto espontáneo (para ese entonces calculaba tener un mes de embarazo o menos). Probé los métodos que sugieren usar perejil, apio, canela, masajes, meditación y Vitamica C. Nada de eso funcionó, en cambio, vomitaba todos los días y comía cada vez menos. Con cada semana que pasaba, aumentaba mi desespero así que decidí salir de dudas y me practiqué una prueba de embarazo de laboratorio (sangre). El resultado confirmaría mi hipótesis así que el siguiente paso fue informarme, y tras una extenuante investigación di con esta página quienes amablemente me donaron el medicamento; sin embargo, ha pasado exactamente un mes y este aún sigue en Aduana en proceso de clasificación. Cabe aclarar que no estoy residiendo en Buenos Aires sino en Santa Fe y es probable que se demore otro tanto en llegar hasta aquí. Confiar no ha sido sencillo, me vi en la obligación de buscar otra alternativa así que seguí indagando en Internet pero encontraba mensajes que no llevaban a nada o páginas sospechosas. Sabía de primera mano que debía ser cautelosa o de lo contrario podría ir a la cárcel como le pasó a Belén. El medicamento, por supuesto, no lo vendían en las farmacias sin receta médica y de hacerlo era muy costoso además de sospechoso. La gente suele sacar aprovecho de estas pasando sobre la integridad física y mental de la mujer. Leí que aunque el médico puede negarse a dar la receta médica, es su obligación dar toda la información correspondiente de manera clara y correcta a la paciente o simplemente remitirla a otro profesional que sí lo haga, pero esto es algo que no se cumple en muchos hospitales del país y por eso temía dirigirme a cualquier Centro de Salud. No quería ser cuestionada, juzgada, regañada... como dije, me cuidaba y no lo estaba buscando. Es algo que puede pasar y se salió de mis manos. ¿Entonces no tenemos derecho a disfrutar de nuestra sexualidad porque si tenemos un contratiempo como estos somos las villanas? Simplemente Irrisorio. Decidí contarle mi situación a la chica con la que vivo quien para mi fortuna tiene un círculo social muy relacionado con el tema de derechos humanos, derechos de la mujer y demás. Conocía un par de amigas involucradas con 'Socorristas en red' (LÍNEA DE ABORTO SEGURO, su número es: (0342) 156309252). Este grupo se encarga de brindarte toda la asesoría necesaria sobre este tema: te dicen a qué médico acudir, cómo proceder, dónde hacerte una ecografía o te dan ciertas recomendaciones además de acompañamiento para que no asistas sola. Me recomendaron ir a un Centro Médico relativamente cerca a casa donde tuve que sacar cita con el médico general del lugar quien ya está familiarizado con este tipo de procedimientos y es un profesional responsable y amigable. Esa misma semana tuve la cita donde me explicaron que el procedimiento se denomina ILE (Interrupción Legal del Embarazo) y tiene lugar porque afecta las condiciones físicas y psicológicas de la mujer gestante. El único requisito es estar segura, no ser obligada, tener la ecografía y 12 semanas de embarazo o menos para poder realizarlo en casa; de lo contrario, la chica debe ser internada debido a que entre más avanzado, más riesgo implica. La siguiente semana me practiqué la ecografía; fue algo rápido y sencillo. El responsable de este procedimiento también está familiarizado con el tema así no hizo ninguna pregunta y su única sugerencia fue mantener el resultado dentro del sobre sellado que él me daba y entregarlo así al médico del Centro de Salud que llevaba mi caso. Al día siguiente fui con el médico. Para mi sorpresa, supe que tenía casi doce semanas de embarazo y no diez como sospechaba. El doctor no perdió tiempo y me entregó de manera GRATUITA las pastillas de misoprostol. Me explicó cómo tomarlas, qué debía hacer cuando empezaran las contracciones uterinas, qué debía esperar en relación con los síntomas y cómo identificar y proceder en caso de infección o hemorragia. Cuando llegué a casa me relajé, hice lo que debía hacer ese día con normalidad y descansé mucho. A las 7:00 pm puse la primera dosis bajo mi lengua por más de media hora pero al intentar tragar los restos con agua, tomé demasiada y vomité. Me tranquilicé, distraje y esperé. No me dolía nada y solo tenía un poco de fiebre como se esperaba. De nuevo, 10:00 pm tomé la segunda dosis, esta fue mucho más sencilla de soportar en la boca pero estaba salivando en exceso y me preocupaba tragarme por accidente las pastillas antes del tiempo recomendado pero pude controlarlo. Al rato tuve un sangrado muy leve y supe que era una buena señal. Para terminar, a la 1:00 am puse la última dosis bajo la lengua. Varios minutos antes de cada dosis, tomaba paracetamol, diclofenalco y algo para las náuseas. En ese momento estaba tan agotada por la fiebre que estaba recostada en la cama. únicamente levanté la primera de las cobijas, me arropé con ella y me tendí de lado. No tenía sueño pero sí estaba cansada. Cerca de las 2:00 am empezaron las contracciones, eran como cuando tienes cólicos menstruales y de repente, sentí una más fuerte y diferente a las anteriores. En ese momento me levanté para ir al baño y sentí cómo un importante flujo de sangre descendía, así que me apuré y logré llegar al baño a tiempo. Me senté en el Videt pero solo salió sangre y ningún coágulo, me decepcioné; luego, me senté en el retrete para hacer pis, cuando mi vientre se agitó de manera brusca y algo pesado salió de mi cuerpo y cayó directamente al agua. Como no había mucha sangre, pude ver una figura extraña y cuando me acerqué vi algo muy particular. Pensaba -Quizás estoy viendo mal, está distorsionado por el agua o estoy demasiado agotada-. Acto seguido, desperté a la chica con la que vivo para que confirmara lo que ya sospechaba y tras unos instantes, ella vio lo mismo que yo: Lo que había expulsado no era un coágulo sino el embrión, o feto para ser más precisa. A pesar de lo que habíamos visto, debía estar segura ya que tenía un embarazo demasiado avanzado y si no lo confirmaba debía esperar mínimo 10 días hasta la siguiente ecografía y ese era tiempo que ni el doctor o ni yo estábamos dispuestos a perder. Por esta razón, me puse un par de guantes quirúrgicos y metí mi diestra en una bolsa para sacar aquello del agua. Guiada más por la incertidumbre que por el asco (en situaciones así, meter tu mano en un recipiente con tu propia orina es lo que menos te preocupa), lo saqué y extendí en mi mano... Fue una experiencia impactante y hasta aterradora, tal vez por eso se evita que la mujer tenga contacto con el embrión en embarazos tan avanzados pero en mi caso era necesario y no tenía opción. Lo primero que hice fue tocarlo, era duro y no se deshacía (justo como me habían explicado) lo cual era obvio pero estaba tan incrédula o escéptica que fue lo primero que se me ocurrió hacer. Tras eso, solo lo contemplé detenidamente y procedí a enumerar, contar, describir o simplemente decir en voz alta lo que veía a mi compañera que me esperaba en la cocina ya que ella estaba igual de impresionada que yo y quería darme mi espacio. Recuerdo que empecé diciendo: Puedo ver sus ojitos (eran como dos puntos negros), su cabeza está formada, puedo ver sus bracitos y piernitas, tiene hasta deditos... Me desperté del trance cuando ella sugirió/ordenó dejarlo de vuelta en el agua así que eso hice y solo bajé la cadena. Me quité lo guantes, limpié la sangre que había quedado en el Videt, piso y retrete, y todo quedó como si nunca hubiera sucedido. Lavé mis manos, rostro y dientes antes de salir del baño y extrañamente no sentía nada (eso me impresionó, me sentía cruel y fría, creía que lo correcto era sentir algo pero ese no era el caso, tal vez seguía en shock). Tras unos minutos la fiebre empezó a ceder y el sangrado intenso tuvo lugar. No dormí en toda la noche porque estaba controlando mi sangrado, tuve ciertos episodios de dolor abdominal pero nada demasiado fuerte, estaba pendiente de que no fuera una hemorragia o presentara alguna otra complicación. Afortunadamente la noche transcurrió sin contratiempos, me levantaba cada tanto a cambiarme las toallas sanitarias e ir al baño a hacer pis. Cerca de las 9:00 am, el sangrado era considerablemente menor y no me sentía mal física o psicológicamente. Considero que he sido bastante fuerte en ambos aspectos. Hoy, un día después de todo esto, escribo este testimonio con la esperanza de poder ayudar a alguien. Sé que podría parecer traumático para algunas la parte en la que describo cómo se llevó a cabo el aborto pero creanme que personalmente me siento más tranquila que ansiosa ya que sé que muchas no deben enfrentar algo similar (en mi caso, las circunstancias me obligaron porque estaba sola y con una fuerte determinación), y sobre todo, porque no me siento culpable, sé que es la mejor decisión que pude tomar porque ese no es el futuro que deseaba. Considero que me sentiría peor si aún hoy siguiera embarazada o no supiera si llevé a término y con éxito el aborto. Por ahora, debo acudir nuevamente al médico en dos días para contarle lo que pasó y me de una nueva orden de ecografía para confirmar que fue completo (creo que así fue). Confieso que me invade un torrente de sentimientos y pensamientos encontrados lo cual considero que es completamente normal pero JAMÁS, EN TODO EL PROCESO Y MUCHO MENOS AHORA, SENTÍ O SIENTO ARREPENTIMIENTO. Estoy muy segura de haber hecho lo correcto. Ojalá que algún día el tabú sobre este tema se pueda despejar y que la Latinoamérica tenga acceso al aborto legal y seguro sin muchos obstáculos de por medio que garanticen el bienestar de las mujeres y la población futura.
No era algo que estaba buscando. He tenido una vida sexual responsable pero el método de planificación no resultó efectivo y quedé embarazada.
Hat die Illegalität Ihres Schwangerschaftsabbruchs Ihre Gefühle beeinflusst?
Para nada, de hecho me hizo sentir más tranquila y segura. Sin embargo, los profesionales en este país son de cuidado y no se puede confiar en todos. Hay médicos que se atrevían a denunciarnos por tomar decisiones sobre nuestra vida y cuerpo. Ellos NO pueden decidir sobre nuestro futuro.